Bendito sea el momento en el que Kike García lesiona a Vaclik en el Sánchez-Pizjuán.
Era el turno de Bono y la mayoría de sevillistas se echaban las manos a la cabeza.
La noche del Cluj estaba grabada a hierro en la retina de todos los aficionados. Un fallo clamoroso de Bono dejaba al Sevilla fuera de la Europa League. Bendito Kike García y bendito VAR que anuló ese gol de los rumanos por una mano previa en el inicio de la jugada.
Pero Bono se comió a Bono, y el portero blando e inseguro que habíamos visto todos los sevillistas desapareció de un partido para otro. Las buenas paradas, sensaciones y actuaciones que dejó en el final de Liga mientras suplía a Vaclik le valieron la camiseta del Sevilla titular para la fase final de la Europa League. Y esa historia ya nos la sabemos todos.
Esta temporada ha llegado su confirmación. El Sevilla echaba de menos a un buen arquero bajo sus palos desde que se marchó Palop. Ahora ya no. Bendito Kike García. Porque Bono se ha empeñado en ser Palop.
Ya nos ha dado una Europa League, y quince años después del gol de Palop en Donetsk, un portero del Sevilla ha vuelto a meter un gol en las postrimerías de un partido. Ha sido Yassine, que quiere ser Andrés.
A mi Bono es un portero que siempre me ha gustado, pero está muchísimo mejor ahora que antes.
ResponderEliminarEl gol que marcó contra el Valladolid es de crack, no de portero, sino de killer. Me ha sorprendido mucho su evolución desde que le vi por primera vez en el Girona hasta ahora.
Saludos,
Iván
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