Hoy se ha despedido del sevillismo entre lágrimas y con una emotiva carta, uno de los nuestros, Diego Capel.
No es momento de debatir si ha sido acertada o no su salida, es el momento de despedir con honores a un canterano que lo ha entregado todo por esta camiseta y tan profesional como la copa de un pino.
En mi modesta opinión había cumplido un ciclo y el traspaso ha sido lo mejor tanto para el Sevilla como para él ,que se había estancado bastante en los últimos dos años.
El precio puede ser más discutible, pero el mercado está como esta.
Aún así es mejor quedarse con sus carreras por la banda izquierda, esa velocidad, ese desborde, esos centros, esa calidad, esa cabeza agachada...
Esos goles... y ese gol.
Ese gol en Barcelona, en aquella final de Copa ante el Atlético de Madrid, con el número 16 a la espalda con el que ha honrado y de que forma a su amigo Antonio.
Que campeonato de Copa te marcaste campeón.
Nunca te olvidaremos niño y que tengas mucha suerte en tu próxima aventura, ha sido un honor verte vestido con este escudo.
Por cierto que duro sera verlo de verdiblanco...
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