Este si que es mi Sevilla

Un Sevilla arrollador en la segunda mitad por la entrada de Kanouté y el tempranero gol de Navas casi acaba por dar la campanada y ganar a al FC Barcelona. La mala primera mitad casi nos condena.

Parecía imposible parar al Barcelona, pocos apostaban algo porque el Sevilla sacara un resultado positivo del partido de ayer y todos, absolutamente todos hubieran firmado tener al equipo de Pep contra las cuerdas y crearle tantas ocasiones de gol como le hemos creado al conjunto azulgrana en una soberbia segunda mitad.

Soberbia, magnífica, heróica, brutal...

En frente no ya el mejor equipo del mundo, si no el que posiblemente sea el mejor equipo de la historia del fútbol, mordiendo el polvo, atragántandose una vez más aquí, en la bombonera por segunda vez esta temporada.

Ha sido un empate, como podría haber sido una victoria o una derrota, pero las sensaciones que ha dejado hoy el equipo son muy buenas, con un inconmesurable Pitbull mordiendo en el centro del campo y con un colosal Fede Fazio mandando en la zaga.

Que gran fichaje el de Medel, que fué felicitado al finalizar el partido por el mismísimo presidente de Chile a través de Twitter.

Y ya, para hablar aparte, hablemos de Kanouté. Su salida lo cambió todo. Templaza, calidad, clase, maestría... es un genio al que tenemos la suerte de contemplar aún sobre el tapete del Pizjuán. Un artista que le cambió la cara a un equipo inerte durante la primera parte y le dio vida, vida y esperanzas.

Que poco nos faltó. Los tuvimos ahí.

Este si que es mi Sevilla, el que lucha, el que muerde, el que se recrea, el equipo de la casta y el equipo del coraje, el que nunca se rinde...

El que es capaz de regalarle al mundo un partidazo brillante para su disfrute y el que a la misma vez se acuerda de los que lo están pasando mal.

Al final tablas en Nervión.

Y Pep que sigue acumulando minutos fatídicos en Sevilla.

Y el madridismo que se alegra.

¿Acaso no saben que ellos tienen aún que pasar por aquí?